Y el juramento vino ante tu altar.Por esto parece que el hombre que debía abstenerse de cualquier delito de que se le acusara, contra su prójimo, mediante un juramento, debía hacerlo en el templo, ante el altar de ese Dios. de quien esperaba la remisión de sus pecados.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad