Gran ocasión para que los enemigos del Señor blasfemen Para reprochar a Dios y su pueblo, y la verdadera religión. Porque, aunque estos no estaban preocupados por el pecado de David, sino que la culpa y la vergüenza del mismo le pertenecían enteramente a él, sin embargo, los paganos y los impíos, de acuerdo con sus propios corazones malvados, se esforzarían por arrojar el oprobio sobre Dios y la religión; como si Dios fuera impío porque el hombre a quien había llamado hombre según su propio corazónera tan; y parcial en conspirar con un crimen tan grande en él, cuando Saúl fue desechado por un pecado aparentemente menor; y negligente en el gobierno del mundo y de su iglesia, al sufrir tal maldad, que hasta los paganos han aborrecido, para quedar impune; y como si toda religión no fuera más que hipocresía e impostura, y una pretensión de vilezas. Las naciones vecinas, en particular, bien podrían aprovechar la ocasión para objetar a los israelitas, que no tenían lugar para jactarse mucho de la pureza de su religión; ya que aquel a quien reconocían como su mejor rey, y el gran favorito de su Dios, era culpable de tan atroces crímenes. Y los amonitas, tras su éxito contra Urías y su grupo, sin duda, magnificarían y alabarían sus ídolos y blasfemarían contra el Dios de Israel.El hijo que te ha nacido seguramente morirá David parece haberse sentido muy atraído por Betsabé y muy deseoso de tener un hijo con ella; de lo contrario, es difícil suponer que se hubiera sentido tan angustiado por la denuncia de su muerte; especialmente, ya que su vida debe haber sido un monumento permanente de su adulterio y del asesinato de Urías. Debe observarse que la imposición inmediata de este castigo fue una prueba segura de que Natán fue enviado por Dios, y que las otras amenazas que él había denunciado serían ejecutadas.

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