Dejó ir a Amnón y a todos los hijos del rey. Es extraño que el deseo urgente de Absalón por la compañía de Amnón no despertó sospechas en la mente de un rey tan sabio; pero Dios permitió que fuera cegado para que pudiera ejecutar sus juicios sobre David y traer sobre él. Amnón el justo castigo de su lascivia.

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