Así acudía cada doncella al rey, así purificada y preparada, y así amueblada y atendida, como sigue. Todo lo que deseaba se le daba como adorno o como asistencia. Y debe observarse que todo el que el rey llevó a su cama era su esposa de menor rango, como Agar era de Abraham; de modo que no habría sido pecado ni deshonra para Ester, aunque no hubiera sido nombrada reina.

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