Pero no pusieron la mano sobre el botín. El rey les había dado permiso para tomarlo, Ester 8:11 , pero se negaron a hacerlo; para que pareciera que lo que hicieron no fue por malicia o codicia, sino por mera necesidad, y de acuerdo con la gran ley de autoconservación; para que no parecieran desear nada más que su propia seguridad; y que el rey pudiera tener mayor bondad para con ellos, en cuyo tesoro habrían de llegar estos bienes, si quisiera designarlos, o para ir a los hijos de los muertos.

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