Y él dijo: Te ruego que vengas entre nosotros. Así Moisés ora por las cosas que Dios ya había prometido, no como si dudara de la sinceridad de las concesiones de Dios, sino como alguien solícito por la ratificación de ellas. Pero es una súplica extraña que insta; porque es un pueblo de dura cerviz que Dios le había dado esto como una razón por la cual no estaría de acuerdo con ellos, Éxodo 33:3 . Sí, dice Moisés, más bien vayan con nosotros; cuanto peor son, más necesidad tienen de tu presencia. Moisés los ve tan tercos que no tiene ni la paciencia ni el poder suficiente para lidiar con ellos; por tanto, Señor, ve entre nosotros; de lo contrario, nunca se sentirán asombrados; los perdonarás y los soportarás, porque tú eres Dios y no hombre.

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