Te llevaré conmigo por pueblo Un pueblo peculiar; y seré para ti un Dios. Y más que esto, no necesitamos pedir, no podemos tener, para hacernos felices. Yo soy el Señor y, por tanto, tengo poder para disponer de tierras y reinos como me plazca. Pero ellos no escucharon a Moisés, por angustia de espíritu. Es decir, estaban tan absortos en sus problemas que no le hicieron caso.

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