El faraón dijo: Rogad al Señor. Este es el hombre que, no hace mucho, dijo con orgullo: ¿Quién es el Señor? ¿Quién es Jehová? Ahora comienza a conocer algo del poder y la justicia de Jehová, al menos, y se complace en conseguir que Moisés y Aarón se conviertan en intercesores de Jehová por él. A partir de esto, parece evidente que los magos de Faraón no tenían poder para quitar las ranas que Moisés había traído. Entonces Aben Ezra observa: "Llamó a Moisés, porque vio que los magos solo habían aumentado la plaga, pero no podían disminuirla".

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