Y vino a mí palabra del Señor para familiarizarme con el verdadero carácter de estos hombres y lo que debería decirles. Estos hombres han puesto sus ídolos en sus corazones. No solo están inclinados a la idolatría en sus corazones, sino que también han puesto ídolos y los han adorado. Sin embargo, parece que su idolatría consistía, no en desertar por completo, sino en corromper y contaminar el servicio del Dios verdadero, mezclándolo con adoración y supersticiones extranjeras, aprendidas de los paganos.

Y han puesto piedra de tropiezo , etc. Sus ídolos, que fueron tanto el objeto de su pecado como la ocasión de su ruina. ¿Deberían preguntarme por ellos? ¿Daré algún consejo, o alguna respuesta acerca de lo que me pregunten, a hipócritas como éstos?

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