Judá le dijo a su padre: Él, debido a su edad, prudencia y conducta arrepentida por sus locuras juveniles, era muy querido y considerado por su padre y, en esta ocasión, era probable que tuviera la mayor influencia para persuadirlo. Envía al muchacho conmigo. Así lo llama, porque era el más joven de todos, aunque ahora tenía treinta años y era padre de varios hijos.

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