Noé vivió después del diluvio trescientos cincuenta años , período que, como observan los judíos, llega hasta el año cincuenta y ocho de la edad de Abraham. De modo que no tenemos ninguna dificultad para explicar la transmisión de la revelación original hecha a Adán, y de otras ramas de la verdad divina, desde el principio del mundo hasta la época de Abraham. Noé los recibió de sus padres, quienes tenían el relato de la propia boca de Adán y se lo transmitieron a Abraham. Y su comunicación y descenso de él a los judíos, y de los judíos a nosotros, es suficientemente conocida. Dentro de este tiempo también Noé vio la construcción de la torre de Babel, la horrible maldad e idolatría de sus hijos, y las sangrientas guerras que incluso entonces comenzaron a surgir entre algunos de ellos.

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