Isaías 35:5-7

Entonces se abrirán los ojos de los ciegos. Los pobres gentiles, que antes eran ciegos y sordos, ahora tendrán abiertos los ojos y los oídos de sus mentes para ver las obras de Dios, y para oír y recibir su palabra. Y, como muestra de esto, a muchas personas que son literal y corporalmente ciegas y sordas, se les conferirá milagrosamente la vista y el oído; habiéndose cumplido todas estas cosas en Cristo y, como se acaba de observar, aplicado por él a sí mismo, es evidente que esta profecía pertenece principalmente a los tiempos del evangelio. Entonces el cojo saltará como un ciervo de alegría, o procederá rápida y ágilmente en el camino del deber. Y la lengua del mudo cantará las alabanzas de su Redentor y Salvador. Porque en el desierto brotarán las aguas Los lugares más secos y estériles se volverán húmedos y fructíferos: lo que se refiere principalmente a la abundante efusión de la gracia de Dios sobre las personas y naciones que habían estado totalmente despojadas de ella.

En la morada de los dragones habrá hierba , etc. Aquellos desiertos secos y resecos, en los que moran los dragones, producirán abundancia de hierba, y juncos y juncos, que sólo crecen en tierra húmeda. Así fue cuando se plantaron y florecieron iglesias cristianas en las ciudades de los gentiles, que durante muchas épocas habían sido moradas de dragones, o más bien de demonios, Apocalipsis 18:2 . Cuando se modificó la propiedad de los templos de los ídolos y se convirtieron al servicio del cristianismo, las habitaciones de los dragones se convirtieron en campos fructíferos.