Luego todos los hombres y todas las mujeres que habitaban en Pathros, que era el Alto Egipto; respondió Jeremías , etc. De esto se desprende con cuánta razón fue que Dios ordenó a Jeremías que se esforzara por evitar su entrada a Egipto, ya que las mujeres israelitas imitaban la idolatría de sus habitantes, apenas llegaban allí, y ningún pueblo se sumergía en un idolatría más absurda y vergonzosa que los egipcios. Es probable que cuando las mujeres judías percibieron que los egipcios abundaban en riquezas y abundancia, y que vivían en paz y seguridad, concluyeron tontamente que los dioses que adoraban los egipcios eran más poderosos o más benéficos que Jehová, a quien los judíos adorado.

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