Párese en las puertas de la casa del Señor, es decir, la puerta oriental del templo, que conduce directamente a ella, donde pronunció este discurso, ante todas las personas que entraron allí. Y proclamar allí esta palabra Proclamar significa tanto la autoridad con la que habló, como la divulgación de lo que habló con claridad y valentía. Y como fue en un lugar tan público, es decir, a la entrada del patio del pueblo, no del de los sacerdotes, donde pronunció esta profecía, así posiblemente podría ser en una de las tres fiestas, cuando todos los varones de todas partes del país debían comparecer ante el Señor en los atrios de su casa. En ese caso, habría reunido a muchos para predicar, y ese era el momento más oportuno para advertirles que no confiaran en sus privilegios.

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