Párate a la puerta de la casa del SEÑOR, y proclama allí esta palabra, y di: Oíd la palabra del SEÑOR, todos los de Judá, los que entráis por estas puertas para adorar al SEÑOR.

Ver. 2. Párate en la puerta de la casa del Señor.] La puerta del este, que era la más famosa y la más frecuentada del pueblo, y por lo tanto la más adecuada para ese propósito.

Y proclama allí esta palabra. ] Párate ahí con esta palabra (como lo hizo una vez el ángel con una espada terrible en el pórtico del paraíso) para excomulgar, por así decirlo, a este pueblo hipócrita; y hágalo verbis non tantum disertis sed et exertis, con sencillez y valentía.

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