¿Puedes encontrar a Dios con tu búsqueda? Es decir, descubrir todas las profundidades de su sabiduría y las razones de todas sus acciones. Es tan alto como el cielo. No puedes medir las alturas de los cielos visibles, mucho menos de las perfecciones divinas; ¿Qué puedes hacer tú? Es decir, para encontrarlo. Más profundo que el infierno; ¿Qué puedes saber?Sobre él y sus caminos, que están lejos de tu vista y de tu alcance. Dios es inescrutable. No se pueden contar las edades de su eternidad, ni medir los espacios de su inmensidad; no se puede sondear la profundidad de su sabiduría, ni limitar la extensión de su poder: nunca se puede describir el resplandor de su gloria, ni contar los tesoros de su bondad. Ésta es una buena razón por la que siempre debemos hablar de Dios con humildad y cautela, y nunca prescribirle ni discutir con sus dispensaciones; por qué debemos estar agradecidos por lo que ha revelado de sí mismo, y anhelar estar allí donde lo veremos tal como es.

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