¿Qué es el Todopoderoso para que le sirvamos? ¿Qué es él para nosotros? ¿Qué excelencia hay en él? ¿Qué ventaja tenemos o podemos esperar de él? ¡Es extraño que alguna vez las criaturas hablen con tanta insolencia respecto a su Creador, de quien dependen en todo momento para la vida, el aliento y todas las cosas! ¡Que criaturas siempre razonables hablen tan absurdamente e irracionalmente acerca de su Redentor y Salvador, su Gobernador y su Juez! Los dos grandes lazos que nos atraen y mantienen a la religión son el deber y el interés; pero aquí se esfuerzan por romper ambos lazos. No reconocerán que le deben ningún culto o servicio, ni creerán que deberían ser mejores para servirle.

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