Esto también fue una iniquidad No menos que los otros pecados antes mencionados de adulterio, opresión, etc. ser castigado por el juez El magistrado civil; quien, adelantado y protegido por Dios, está obligado a mantener y reivindicar su honor, y por tanto a castigar la idolatría. Porque debí haber negado a Dios, no directamente, sino como consecuencia, porque esto era robarle a Dios su prerrogativa, dando a la criatura ese culto que es peculiar de Dios.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad