Él guarda su alma del abismo Por estas amonestaciones llenas de gracia, mediante las cuales Dios conduce a los hombres a la humillación del alma ante él y al arrepentimiento, preserva sus vidas de la muerte y el sepulcro, y sus almas de la destrucción eterna. De morir a espada Por algún terrible juicio que estaba a punto de caer sobre ellos. También es castigado con dolor con alguna enfermedad dolorosa y peligrosa, que es la segunda forma en que Dios instruye a los hombres y los excita al arrepentimiento, que también fue el caso de Job. Para que su vida aborrezca el pan

En cuyo estado de languidez detesta su comida, sí, le da náuseas a esa misma carne que antes era su mayor deleite. Su carne se consume a causa del dolor y la enfermedad. Que no se ve Porque queda poco o nada que ver, pero el que antes era gordo y floreciente ahora se ha convertido en un mero esqueleto. Su alma se acerca a la tumba. A él mismo ya los demás les parece que están más allá de toda esperanza de recuperación, lo cual agrega para consolar a Job en su condición desesperada. Y su vida a los destructores A los instrumentos de muerte y destrucción, es decir, enfermedades que, por mandato de Dios, están listas para dar el golpe fatal.

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