He aquí, ahora he abierto mi boca Ahora he comenzado a hablar, y me propongo, con tu permiso, continuar en mi discurso contigo. Mis palabras serán de la rectitud de mi corazón No hablaré apasionadamente o parcialmente, como quien resolvió defender lo que dije una vez, sea verdadero o falso, sino lo que verdaderamente creo que es verdadero e importante, y por un deseo sincero para aprovecharte. Mis labios expresarán conocimiento con claridad. Lo que hablo será claro, no difícil de entender.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad