Toda la gente subió No solo todos los guerreros, sino otras personas. Y lloró y se sentó ante el Señor Sensible por no haber sido antes verdaderamente humillados por sus pecados, que ahora parecen descubrir que han sido la causa de su mal éxito. Y ayunaron ese día hasta que aun para afligir sus almas y llegar a ser verdaderamente arrepentidos. Esto no lo habían hecho antes, al menos no con tanta seriedad como ahora. Y ofrecieron holocaustos para hacer expiación a Dios por sus propios pecados y ofrecerle súplicas solemnes por el perdón de ellos. Cosas que también habían descuidado antes. Y ofrendas de paz Bendecir a Dios por perdonar a tantos de ellos, cuando justamente podría haberlos cortado a todos cuando sus hermanos fueron asesinados; implorar su ayuda, sí, y dar gracias por la victoria que ahora confiaban en que les daría.

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