Cuando Gedeón escuchó, adoró . Alabó a Dios por este estímulo especial. Dividió a los hombres en tres compañías para hacer alarde de un vasto ejército. Lámparas dentro de los lanzadoresLas luces se colocaron en los cántaros, en parte para protegerlos del viento y el clima, y ​​en parte para que al no ser descubiertos su acercamiento a los madianitas, pudieran sorprenderlos con repentinos destellos de luz. Pero cuando cada uno tomó su puesto justo en el exterior del campamento, rompieron los cántaros para aprovechar las lámparas, y al mismo tiempo infundieron gran terror sobre los madianitas; quienes, por la cantidad de luces en diferentes lugares, sin duda concluyeron que estaban rodeados por un numeroso ejército; ya este terror contribuyeron grandemente el número de trompetas (cada hombre haciendo sonar una) y los gritos de distintas partes.

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