Sesenta y seis días El tiempo en ambos detalles es el doble que en el primero; la ley, como algunos piensan, se adapta a una opinión recibida de que las mujeres se purifican antes del nacimiento de los varones que de las mujeres; una opinión que, por más cuestionada que sea, Grocio muestra estar respaldada por una autoridad no menor que la de Aristóteles e Hipócrates. Otros, sin embargo, suponen que esta diferencia se hizo para honrar la ordenanza de la circuncisión, que, al ser administrada a los varones, puso fin a esa contaminación antes de lo que hubiera sido el caso.

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