No traerá por otro, sino por él mismo, es decir, las partes de la ofrenda de paz que se ofrecen a Dios de una manera especial. Su oblación al Señor Es decir, al tabernáculo, donde el Señor estaba presente de una manera especial Sus propias manos Después de que la bestia fuera muerta, y las partes de ella divididas, el sacerdote debía poner las partes mencionadas en las manos del oferente. Ofrendas hechas por fuego Se llaman así, no estrictamente, como los holocaustos, porque algunas partes de éstos se dejaron para los sacerdotes, sino más ampliamente, porque incluso estas ofrendas de paz se quemaron en parte, aunque no en su totalidad. Saludó de un lado a otro, por sus manos, que fueron sostenidas y dirigidas por las manos del sacerdote.

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