No nos hagas pasar el Jordán para darnos nuestra posesión allí; pero que esta tierra, de este lado del Jordán, sea toda nuestra posesión. ¿Quieres sentarte aquí? En paz y tranquilidad, mientras tus hermanos están en guerra. Por tanto, desanimáis al corazón de Israel. Sus palabras fueron ambiguas, y Moisés sospechó que la mera cobardía y el amor a la comodidad les hacía desear quedarse donde estaban; cuyo mal ejemplo podría haber desanimado al resto de sus hermanos.

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