A la puerta del tabernáculo Públicamente, para que se supiera que su voto había terminado; y, por tanto, estaba en libertad en cuanto a aquellas cosas de las que se había reprimido durante un tiempo, de lo contrario algunos podrían haberse ofendido por el uso de su libertad. El fuego sobre el cual se hervía la carne de las ofrendas de paz.

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