No andes en el camino con ellos. Evita sus cursos, su conversación y su compañía. Aparta tu pie de su camino Si tuvieras algún pensamiento, inclinación o tentación de escuchar sus consejos o de seguir sus ejemplos, reprímelo y refrenarte, por así decirlo, por la fuerza y ​​la violencia, como dice la palabra מנע, implica. Porque sus pies corren hacia el mal Sin pensar en lo que hacen, y cerrando los ojos ante las consecuencias, se apresuran, no sólo a hacer el mal a los demás, sino también a traer el mal sobre sí mismos; apresurarse a derramar sangre Sangre inocente, que es una práctica inhumana, y una práctica seguida siempre de un castigo terrible, si no del hombre, pero ciertamente de Dios.

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