Pobreza, etc., será para el que rechaza la instrucción por la cual podría haber sido preservado de cursos destructivos y deshonrosos; pero el que tiene en cuenta la reprensión, que la considera seriamente, la recibe con bondad y se reforma a sí mismo con ella; será honrado y enriquecido, lo que se infiere de la rama anterior. No es que siempre sea así, pero es común, y cuando Dios lo vea, será bueno para el hombre. O, si no gana riquezas, ciertamente recibirá honra tanto de Dios como de los buenos.

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