Un testigo verdadero libera almas. Es decir, personas, es decir, que son inocentes, son acusadas falsamente; a quienes libra del daño que ha diseñado contra ellos, al declarar la verdad, y así librarlos de los cargos que se les imputan; pero el testigo engañoso habla mentiras para daño y destrucción de los inocentes.

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