Echa fuera al escarnecedor Evita toda sociedad y conversación con aquel que no teme a Dios ni reverencia al hombre, sino que desprecia todas las amonestaciones, y sólo se preocupa por agradarse a sí mismo y satisfacer sus propios deseos, que es la causa principal de la mayoría de las contiendas; y cesarán la contienda y el oprobio. La contienda y el oprobio con que suele cargar a los que se le oponen o le amonestan.

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