Extiende su mano a los pobres para aliviar sus necesidades. Sus diseños son generosos y nobles; porque ella trabaja no sólo para suplir sus propias necesidades y las de su hogar, o para mantener su propio estado, y mucho menos para alimentar su orgullo y lujo; pero que ella pueda tener con qué suplir las necesidades de otros, que anhelan o necesitan su ayuda. Lo que también procura la bendición de Dios sobre su esposo e hijos, y toda la familia, a quienes, por este medio, les brinda tanto honor como ventaja.

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