Escucha, hijo mío, y recibe mis dichos. Atiende diligentemente y embebe mis instrucciones, como la tierra bebe la lluvia que cae sobre ella. Te he enseñado en el camino de la sabiduría O, primero, el camino que procura la sabiduría; o, 2d, en la cual la sabiduría te indica que andes. Tus pasos no serán estrechos. Manejarás tus asuntos con gran facilidad, seguridad y éxito.

Es una metáfora tomada de quienes caminan por un camino estrecho y accidentado, donde son propensos a tropezar y caer. No tropezarás, ni abortarás. Aférrate a la instrucción Como si estuvieras resuelto a mantener tu dominio y nunca dejarlo ir. Guárdala, porque ella es tu vida La conductora, preservadora y consoladora de tu vida.

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