Un hebreo travieso , un hombre de Belial, un hombre malvado , cuya práctica continua es, de una forma u otra, hacer la maldad; camina con boca perversa. Lo hace su negocio, con mentiras; o halagos, o calumnias o perjurios, para mantenerse en sus ociosos cursos. Y si hay que condenar a los perezosos que no hacen nada, mucho más a los que actúan perversamente y se las ingenian para hacer todo el mal que pueden. Gira con los ojos , etc. Expresa su maldad, como por su discurso, así también por sus gestos, por los que secretamente insinúa lo que le da vergüenza o miedo expresar abiertamente a sus cómplices, sus intenciones o deseos de hacer algún mal a alguien; el enseña con los dedos Habiendo declarado sus designios con el movimiento de sus ojos o pies, señala a la persona en particular con sus dedos.

La perversidad hay en su corazón pensamientos y deseos perversos o perversos. Él siembra la discordia, ya sea ​​por malicia contra los demás, o por un plan básico de mejorarla para su propio beneficio. Por tanto, su calamidad vendrá de repente y demostrará su completa ruina; repentinamente será quebrantado Cuando imagina que ha manejado sus asuntos con tanta astucia que nadie discierne su villanía, será, de repente, considerado como la plaga de la humanidad, y, como un vaso roto en pequeños pedazos, será incurable deshecho.

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