Tú haces las tinieblas que suceden a la luz, en virtud de tu decreto y orden establecido; y es la noche que, aunque negra y lúgubre, contribuye a la belleza de la naturaleza, y es como un contraste de la luz del día. Donde todas las bestias del bosque se arrastran para buscar su presa, lo cual tienen miedo de hacer durante el día, habiendo Dios puesto sobre ellos el temor y el pavor del hombre ( Génesis 9:2 ,) que contribuye tanto a la seguridad del hombre como a su honor. Así, por esta vicisitud del día y de la noche, Dios ha provisto sabia y misericordiosamente, tanto para los hombres, para que puedan seguir sus labores diarias sin peligro de las bestias salvajes, como para las bestias, para que puedan procurarse la subsistencia.

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