Tiembla, tierra, ante la presencia del Señor. Pero, ¿por qué hago estas preguntas? Vosotros, montañas y colinas, no se movieron más de lo justo y apropiado ante la presencia y el acercamiento del gran Jehová. Sí, toda la tierra tenía motivos para temblar y temblar en tal ocasión. Que convirtió la roca en agua estancada , etc. Porque ¿qué no puede hacer el que realiza una maravilla tan asombrosa como para convertir las rocas en arroyos y ríos, y los pedernales en fuentes de agua? Bien podemos quedarnos asombrados de este Dios de todopoderoso poder, y bien podemos poner nuestra confianza en este Ser de bondad ilimitada, quien, en lugar de su pueblo, debería querer lo que es necesario para su sustento, traerá pan sustancial del aire. nubes y aguas refrescantes de las rocas secas y pedernales!

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