Voy a caminar hebreo, אתהלךְ, ethhalleck, voy a ponerme a caminar; ante el Señor , con la fuerza de la gracia divina, me propongo presentarlo ante mí; vivir como en su presencia y como debajo de sus ojos; hablar y actuar de una manera que se convierta en su presencia, y la relación en la que estoy con él como su sirviente y adorador, su hijo y heredero; para andar digno de él para todo agrado. Es la promesa y resolución del salmista, a cambio de las bendiciones reconocidas en el versículo anterior. En la tierra de los vivosEntre los hombres vivos de este mundo. Observa, lector, la tierra de los vivientes es una tierra de misericordia, por la cual debemos estar muy agradecidos; es una tierra de oportunidades, que debemos mejorar; y la consideración de que estamos en esta tierra debería involucrarnos y animarnos a caminar ante Dios.

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