Los que confían en el Señor, que dependen de su cuidado y se entregan a su honor; será como el monte de Sion que es firme, como un monte sostenido por la providencia, y mucho más como un monte santo sostenido por la promesa; que no puede ser removida O derribada por ningún viento o tormenta, tanto por su propia grandeza y fuerza, como por la protección divina que se le otorga.

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