Tú has visto, oh Señor, como dicen que han visto, así es mi consuelo que tú también has visto, y observas todos sus complots y amenazas, y todas mis angustias y calamidades que sufro por tu causa. No guardes silencio ni seas sordo , es decir, a mis oraciones. No te alejes de mí, no me quites tu favor ni me ayudes. Despierta por mi causa. Por fin, emprende la defensa de mi causa contra mis adversarios. Conforme a tu justicia con la que usas para defender a los inocentes y castigar a sus opresores.

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