Has alejado de mí a mis conocidos. No puedo tener más familiaridad o trato con mis amigos que si estuviera en otro mundo; porque tu providencia los ha quitado, o los ha vuelto incapaces o no dispuestos a ser útiles para mí. Me has hecho abominable para ellos. No sólo son tímidos, sino que están cansados ​​de mí; y ellos me miran, no sólo con desprecio, sino con aborrecimiento. Lector, no le resulte extraño que se le llame a afrontar una prueba como ésta, ya que Heman, que era tan famoso por su sabiduría, fue así descuidado cuando el mundo lo miró con el ceño fruncido y despreciado como un vaso roto en el que se encuentra sin placer. Estoy encerrado, prisionero cercano bajo el arresto de la ira divina; No puedo salirNo hay forma de escapar abierta. Por lo tanto, se acuesta y se hunde en sus problemas, porque no ve ninguna probabilidad de salir de ellos. Mis ojos lloran a causa de la aflicción, pero aunque así desahogo mi dolor, mi espíritu turbado no recibe alivio por ello; sin embargo, te he invocado todos los días. Mi llanto no ha impedido mi oración. He extendido mis manos hacia ti para ayuda y liberación, aunque hasta ahora sin efecto, porque no me escuchas ni me respondes.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad