¿Son todos apóstoles? Parece que este temperamento odioso no fue extirpado de entre los corintios, ni siquiera por esta justa y animada protesta: porque Clemens Romano, escribiéndoles muchos años después, se queja de su persistente prevalencia, que los lleva a descuidar la debida consideración por aquellos presbíteros que fueron fijados por la dirección divina entre ellos, y echarlos de su oficio episcopal. Vea su epístola a los Corintios, secta. 44.

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