Roboam envió a Adoram, etc.— Envió a Adoram para tratar con ellos, lo cual fue un acto de gran imprudencia cuando estaban tan exasperados. Pero enviar a un hombre tan desagradable, que era el recaudador del tributo mismo del que se quejaban, era una auténtica obsesión; porque, nada es tan natural como odiar a aquellos que son de alguna manera los instrumentos de nuestra opresión. Leemos en este versículo, por primera vez, de un rey de Israel que viajaba en un carro; Saúl, David y Salomón no viajaron en ninguno. Pero los reyes de Judá e Israel los utilizaron con frecuencia después de esta infeliz división del reino.

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