Los hombres de guerra huyeron de noche. Es difícil concebir cómo los sitiados pudieron escapar, ya que los caldeos habían rodeado la ciudad. De hecho, Josefo nos da este relato, que cuando la ciudad fue tomada alrededor de la medianoche, los capitanes con el resto de los soldados entraron directamente en el templo; que Sedequías percibió, tomó a sus esposas, hijos, comandantes y amigos, y todos se escaparon juntos por un pasaje estrechohacia el desierto; pero entonces qué era este pasaje estrecho sigue siendo la cuestión. Los judíos piensan que había un pasaje subterráneo desde el palacio hasta las llanuras de Jericó, y que el rey y sus cortesanos podrían intentar escapar de esa manera. Dion, es cierto, nos dice, lib. 66: que, en el último sitio de Jerusalén, los judíos habían recorrido caminos, que estaban debajo de los muros de la ciudad, hasta una distancia considerable en el campo, de donde solían salir y caer sobre los romanos que estaban rezagados de su campamento; pero como ni Josefo ni el historiador sagrado se percatan de ningún pasaje subterráneo de este tipo en este sitio, podemos suponer que, habiendo hecho los caldeos una brecha en el muro, los sitiados escaparon en privado entre el muro y las afueras, por un pasaje que no sospechaban. VerJeremias 25:4 y José. Hist. Campana. lib. 10: gorra. 11.

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