Pero Eliseo estaba sentado en su casa. Algunos suponen que por la casa de Eliseo se entiende la escuela, donde los hijos de los profetas se reunían para recibir instrucción; y por los ancianos, sus principales eruditos, quienes, bajo su instrucción, se dedicaron al estudio de las cosas divinas. Pero como leemos con frecuencia en Ezequiel, acerca de los ancianos de Israel sentados ante el profeta para escucharlo, cap. Éxodo 8:1 Éxodo 14:1 no podemos ver por qué los ancianosen este lugar, de la misma manera, no puede denotar algunos hombres buenos y piadosos, que ocuparon cargos en la corte, campamento o ciudad; como parece probable por el deseo del profeta de su ayuda y protección: porque aunque Joram mismo era un hombre malvado, y la mayoría de sus oficiales podrían ser lo suficientemente atrevidos para imitarlo, no debemos dudar de que hubo algunos de ellos, a quienes Eliseo la vida santa y los milagros gloriosos, junto con los diversos beneficios que el público cosechó de su ministerio, había ganado para Dios y para la religión verdadera; y los que estaban aquí sentados con élya sea para recibir consuelo y consejo de él en este momento angustioso, o para solicitarle que use su poder con Dios para su alivio: lo que en consecuencia hizo, y en cumplimiento de su solicitud, no por temor a las amenazas del rey, de que, estaba bien seguro, Dios no dejaría de librarlo, pronunció la alegre noticia que sigue al comienzo del próximo capítulo.

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