Ver. 24. Porque el Señor tu Dios es fuego consumidor , es decir, inflexiblemente justo al castigar a los que desprecian su ley; y quien, por la rectitud de su naturaleza, estará tan lejos de dejar pasar impunemente el mal moral como el fuego de no consumir su combustible adecuado. Se usa la misma metáfora (cap.Deuteronomio 9:3 ) para expresar la terrible y rápida venganza que la providencia de Dios iba a tomar sobre los idólatras cananeos. En este lugar alude a la terrible aparición de la gloria divina cuando se dio la ley desde el monte Sinaí.

El obispo Huet conjetura que los antiguos persas aprovecharon estas palabras para adorar al fuego; al principio como la imagen, o, para usar la expresión de Maximus Tyrius, (Dissert. 38. p. 397.) como el símbolo de la Divinidad, y luego como la Divinidad misma. También es muy probable que diversas huellas en la fabulosa historia de Baco se hayan derivado de una tradición ignorante de estos detalles. El grito de las Bacanales estaba compuesto por dos palabras, cada una de las cuales, como observa Bochart, significa fuego. Vea su Canaán, lib. ic 18.

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