Y los egipcios ... Cuanto más sensiblemente se percibía la bendición de Dios hacia los israelitas, más furiosamente se encendía contra ellos la ira de sus perseguidores. Moisés los representa sufriendo, por así decirlo, en un horno de fuego, Deuteronomio 4:20 .

REFLEXIONES.— No debemos prometernos una larga prosperidad en este mundo. Donde hayamos encontrado el amor más cálido, pronto podemos experimentar el odio más amargo; tan transitoria es la moda de las comodidades sublunares. Tenemos aqui,

1. La gran crueldad mostrada hacia los israelitas en un reinado subsiguiente; no por el sucesor inmediato de Faraón, sino por alguien que, a una distancia considerable de tiempo, había olvidado las obligaciones que el país tenía para con José. Nota; A menudo encontraremos hombres ingratos y despreocupados de los buenos oficios que les hemos hecho; pero lo que se haga por Dios, quedará en memoria eterna. Los pobres israelitas ahora se están volviendo detestables para el estado; su multitud es una súplica por su opresión, como si fueran un pueblo peligroso; pretenden al menos temer, no sea que se rebelen contra sus enemigos, o, según la tradición bien conocida, se separen en Canaán.

Nota; El pueblo de Dios ha sido a menudo representado erróneamente como enemigo del estado, con el fin de tolerar la opresión y persecución en su contra. Por tanto, con una política astuta los acosan con impuestos, cargas, edificios, para quebrarles el ánimo, disminuir su número, y quizás con miras a obligarlos a incorporarse a los egipcios, a fin de evitar las aflicciones de sus hermanos. Nota; (1.) Los planes más profundos de los malvados, por más sabios que sean a sus propios ojos, parecerán una locura al final. (2.) Donde los hombres intentan derrotar los consejos de Dios, sus mismos esfuerzos contra ellos producirán pronto su cumplimiento.

2. Tenemos el gran aumento de los israelitas bajo su opresión. Una iglesia perseguida es casi siempre próspera.

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