Si nuestras transgresiones, etc.— Nuestras transgresiones y nuestros pecados están sobre nosotros, y languidecemos en ellos; ¿Cómo es posible entonces que vivamos? Se supone que son palabras de impíos que, fingiendo desesperar de las misericordias de Dios, toman de allí aliento para continuar en sus pecados.

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