Doy gracias a mi Dios. Desde este versículo hasta el 11, el Apóstol les da a conocer a los filipenses la satisfacción que tenía en ellos, y cuánto agradeció a Dios por ellos, y cuál fue el asunto de sus oraciones a Dios por ellos. En lugar de, en cada recuerdo de usted, el Dr. Heylin lee, tan a menudo como lo menciono: y observa que era costumbre, tanto de los judíos como de los cristianos, nombrar en sus oraciones a aquellos por a quien tenían un gran respeto. Otros, sin embargo, entienden el pasaje como una referencia al amable recuerdo que los filipenses tenían de San Pablo.

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