La casa de su madre— Parece muy probable a partir de esta expresión, que Betuel el padre estaba muerto, y que el Betuel mencionado después de Labán, Génesis 24:50 era un hermano menor de Rebeca. En Génesis 24:53 no se menciona al padre.

REFLEXIONES.— Tan pronto como Eliezer había hablado en su corazón, Dios responde; tan dispuesto está a escuchar nuestras oraciones. La doncella llega, llena su cántaro y vuelve; pero al abordarla, ella lo ayuda de buena gana a dar de beber a sus camellos. En estos días, las cualidades de la feria eran la humildad, la cortesía y la diligencia: que las degeneradas hijas del orgullo, el lujo y la pereza se sonrojen ante la comparación. Así, las providencias coincidieron notablemente y, al preguntarle, él encuentra que ella es pariente de su amo y es invitado a la casa. Felices los que Dios así reúne, no de la asamblea desenfrenada o del mercado de lugares públicos, sino por disposición providencial, en respuesta a la oración ferviente.

A continuación, hace dos cosas: 1. Le hace un hermoso regalo por su amable ayuda. 2. Bendice a Dios por la misericordia que le ha mostrado con tanta gracia. La oración y la alabanza son como sonido y eco. Los que oran alabarán; y ninguna bendición terrenal es más materia de alabanza que encontrar una compañera que, a la amabilidad de su persona y sus modales, agregue la belleza suprema de la religión. Esta fue una nueva misericordia para Abraham; y Eliezer, como buen siervo, hace suyos los intereses de su señor y se regocija en Dios por su causa, de haber encontrado una esposa adecuada para su hijo.

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