Luego Isaac sembró, & c.— Continuando mucho tiempo en la tierra, Génesis 26:8 se dedicó a la agricultura, para el sustento propio y de su familia; y que Dios, cuya bendición enriquece la mano de los diligentes, coronó sus labores con un gran aumento, en prueba de su respeto a su promesa, y para mostrarle a Isaac que no perdió nada al no ir a Egipto. La expresión de cien veces es indefinida y expresa un aumento muy grande.

En efecto, la bendición de Dios no se limitó al fruto de sus campos: en todos los aspectos la Divina Providencia lo prosperó; de tal manera que los filisteos, entre los cuales residió, vieron y envidiaron su felicidad: ¡un emblema de la vida humana! Y para manifestar su malicia, en cuanto estuvo en su poder, taparon todos los pozos que su padre había cavado, lo cual fue un acto de gran inhumanidad en aquellos países secos, donde los pozos eran de tan gran trascendencia.

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