Y hace a los hombres, etc.— entregándolos a Nabucodonosor, quien los toma en su red como un pescador toma un pez. Estas criaturas se dejan llevar sin resistencia, porque no tienen poder para defenderse; ningún jefe para dirigirlos o vigilarlos; como reptiles, que no tienen protector ni guardián. Los hebreos dan el nombre común de reptiles a todos los peces. Ver Calmet.

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